Sin pasión, el hombre sólo es una fuerza latente
que espera una posibilidad, como el pedernal el
choque del hierro, para lanzar chispas de luz.
El respeto mutuo implica la discreción y la
reserva hasta en la ternura, y el cuidado de
salvaguardar la mayor parte posible de libertad de
aquellos con quienes se convive.
La verdadera humildad consiste en estar
satisfecho.
El destino puede seguir dos caminos para causar
nuestra ruina: rehusarnos el cumplimiento de
nuestros deseos y cumplirlos plenamente.
Si existe algún conflicto entre el mundo natural
y el moral, entre la realidad y la conciencia, la
conciencia es la que debe llevar la razón.
El cielo, el infierno y el mundo entero, está en
nosotros.
Toda necesidad se calma y todo vicio crece con
la satisfacción.
¿Qué cosa es la locura? Es la ilusión elevada a
la segunda potencia.
Cuida tu reputación, no por vanidad, sino para
no dañar tu obra, y por amor a la verdad.